Michoacán

Confesiones y rostros

She’s gotta have it es el primer largometraje, estrenada en 1986, del famoso director Spike Lee. Sipke Lee tiene una larga carrera, con más de 96 largometrajes, cortometrajes o series realizadas bajo su dirección. El 2020 no fue un impedimento para él y ha estado aumentando su popularidad desde hace algunos años ya.

She’s gotta have it es un filme que intenta contar la historia de un personaje, Nola Darling, desde la perspectiva de aquellas personas que se han cruzado en su camino, especialmente tres hombres que la aman y con quienes mantiene una relación simultáneamente. Los tres cuentan quien era Nola Darling desde su perspectiva mientras se veían forzados a compartir el amor que ella les profesaba abiertamente.

Desde el inicio de la película, Spike Lee presenta una fotografía tras otra, lugares en algún tiempo pasado, retratos de personas congeladas en el momento preciso. She’s gotta have it es una película que presenta a sus personajes en blanco y negro, acompañados por una música melancólica y lejana. Estas imágenes inmóviles, quietas por su misma naturaleza, de sus personajes, se enfrentan a través de una mirada directa contra el espectador.

Nola abre el filme hablando directamente con la cámara, confesando una vida. Declarandole al espectador, de una manera tan personal, que se convierte en una plática de dormitorio entre quien ve la película y Nola. She’s gotta have it tiene una estructura de documental, pareciera a veces una compilación de entrevistas. Pero no es así, no. Es una colección de confesiones, de pláticas privadas entre quienes hablan y quienes los ven, nosotros.

La cámara pareciera ser de mala calidad -evidentemente a propósito-, se ve una imagen granulada inclusive, pero el audio es profundo, es claro y directo. Hace que cada palabra sea potente y demarca aún más la declaración de cada quien. Es una película pensada para que los ojos se queden cortos. Las escenas tienen una iluminación muy baja y dejan al espectador entre el ver y entre el escuchar. Abandona al espectador con la necesidad de aferrarse a lo que pueda nacer de aquellos sentidos inconclusos.

Que mejor escena para reflejar esto que las tomas eróticas iniciales, donde los rasgos de las caras se pierden entre los juegos de sombras, los oídos se abandonan a unos ligeros gemidos y los ojos observan sonrisas apenas visibles.

Es un filme con una estructura muy clara y directa. Intimidad, sensaciones sobre argumentaciones, abandono. Y esta coraza se forma gracias a un estilo casi costumbrista. Aunque no encaje finalmente en este aspecto, enseña el coqueteo común de la calle, los peinados, la ropa, los estilos, el transporte y hasta las expresiones que se sienten precisas.

Y esto es el envoltorio de algo más, de una historia. La historia de Nola contada por los otros, de la que  solo conocemos partes. “When you want to find out something, you ask somebody who know” (Cuando quieres saber algo, le preguntas a quien sabe). Esta frase, en la boca de Nola es una declaración abierta de la intención del director.

Pero ¿realmente conocemos a Nola como espectadores? La respuesta es no, por lo menos para mi. Apenas nos llegamos a sumergir en un mar que sabemos es mucho más profundo de lo que nuestros ojos logran percibir. No llegamos realmente a ningún lado y lo malo es que sabemos que había un lugar al cual llegar.

Aunado a esto, hay momentos en que las actuaciones de los personajes están sobreactuadas y algunos diálogos se sienten muy artificiales. No parece ser una carencia ni de los actores ni de los guionistas, sino una decisión consciente del director. Sin embargo, la razón para ello se me escapa por completo.

She’s gotta have it es un filme increíble como carta de presentación a un director que parece que esta creciendo día tras día. Tienes sus fallas, claro. Y aún así es una película que vale la pena conocer, contada de tal forma que demuestra que hay muchas cosas frescas y no sobreexplotadas si volteamos la mirada hacia atrás.

Spike Lee al final nos dice, nuevamente utilizando la voz de Nola, “I think they might know parts of me” (Creo que quizá conozcan partes de mí). Y si, quizá de eso trataba la película, de ver una parte de Nola, una parte de aquellos días, de aquella gente y nada más.

Manuel Jara

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